Celebramos el Carnaval
Sólo nos falta una excusa para cambiar la residencia y la fiesta de carnaval, es como un caramelo deseoso de ser comido.
En casa preparamos el carnaval con tiempo, ya que cada planta se presenta al concurso de disfraces, y cómo dice el refrán: Tantas cabezas tantas sombreros. Después de decidir el tema del disfraz para presentarnos, nos toca trabajar, y no sólo entre semana, sino también fines de semana. Trabajar a escondidas en diferentes rincones de la residencia, y sobre todo, sin dejar pruebas, para que el día de la fiesta sea una sorpresa.
La mañana de la fiesta, hay un juego que se llama gincana, popularmente conocido como juego de pistas. Los que somos de casa, no hemos tenido ninguna complicación y al ir superando pruebas una prenda de disfraz nos hemos puesto. Para los de Hospital de Día, la cosa ha sido diferente. Unos por arriba, otros abajo, estaban más mareados que unas hormigas en un hormiguero, y es normal, nuestra casa es un pequeño laberinto.
Y finalmente por la tarde el concurso de disfraces, todos emocionados viendo como desfilaban nuestras creaciones, cobraban vida!
Finalmente no puede ser un buen carnaval si no hay un buen baile y así ha sido. Incluso las trabajadoras nos han obsequiado con el baile de "Patitos a bailar" y con coreografía!
Unos días de trabajo para poder disfrutar de un día completo, con la compañía de nuestros amigos y amigas.
