Alimentación para una vejez saludable (I)
Tener o no una vejez saludable depende de muchos factores. Sobre algunos no es posible actuar, como en el caso de la herencia genética, pero trabajando en otros podemos mejorar y mucho nuestras expectativas y calidad de vida.
Uno de estos factores, pilar fundamental de la salud, es la alimentación.
Tener una buena dieta, adaptada a las necesidades de cada persona, ayuda a sobrellevar y/o prevenir enfermedades, a evitar o retrasar ciertas limitaciones funcionales e incluso a tener una mejor salud mental. Por ejemplo, afecciones tan comunes en las personas mayores como la hipertensión, la anemia, el colesterol y triglicéridos altos, o la diabetes de tipo II podrían prevenirse o mejorarse con una alimentación adecuada.
Lo ideal sería que la alimentación se cuidara toda la vida, desde la infancia, pero nunca es tarde para empezar a mejorar la dieta.
Las necesidades nutricionales de las personas mayores
La energía y nutrientes que necesita el organismo para funcionar correctamente varían según la etapa de la vida y algunos factores como la edad, el peso, la altura, la actividad física que se realice, el estado de salud y el sexo.
En el caso de las personas mayores la SENC, Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, ha elaborado una pirámide de la alimentación para personas a partir de los 70 años en la que muestra el tipo de alimentos y la frecuencia con la que deberían consumirse.
Pirámide de la alimentación para personas mayores
Imagen tomada de "Consejos para una alimentación saludable" de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), 2007
Estas recomendaciones no se alejan mucho de las que se dan para la población en general pero si se dan ciertas diferencias relacionadas con factores ligados a la edad, como veremos.
Aspectos a tener en cuenta al fijar los requerimientos nutricionales
La SENC, en “Las guías alimentarias para la población española", diferencia tres grupos de edad en las personas mayores, con diferentes recomendaciones energéticas1, siempre que la persona no esté enferma, sufra estrés emocional o esté desnutrida, en cuyo caso habría que aumentar los valores:
Edad (años) | Energía (kcal) | |
---|---|---|
Hombres | Mujeres | |
60-69 | 2400 | 2000 |
70-79 | 2200 | 1900 |
Más de 80 | 2100 | 1700 |
Al establecer los requisitos nutricionales de una persona mayor, y más cuando se trata de los “muy mayores” o personas de más de 75 años, hay que tener especialmente en cuenta algunos cambios biológicos y otros condicionantes como:
- Metabolismo lento. Al hacerse mayor el metabolismo se hace más lento y la reparación celular disminuye por lo que se requiere menos energía.
- Cambios en la composición corporal. La composición cambia y el gasto energético disminuye. Se pierde tejido muscular (más activo metabólicamente) y se gana tejido graso. Aumenta la pérdida de masa ósea a causa de la desmineralización de los huesos y también se produce una disminución del contenido total de agua en el organismo por lo que aumenta la susceptibilidad de deshidratación.
- Enfermedades. Las enfermedades, inflamaciones o procesos inflamatorios o infecciosos hacen que la demanda nutricional sea más elevada además de necesitar pautas dietéticas concretas, como una mayor ingesta de proteínas en determinados casos.
- Fármacos. Algunos medicamentos interfieren en la absorción y aprovechamiento de los nutrientes.
Estos factores y otros hacen que la necesidad de nutrientes para el buen funcionamiento del organismo (hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, fibra y líquidos) de las personas mayores sea diferente que para otros grupos de población y que haya que prestar especial atención a algunos nutrientes en concreto.
Para conocer las cantidades diarias recomendadas para cada tipo de nutriente y algunas pautas generales sobre nutrición para personas mayores consultar la entrada Alimentación para una vejez saludable (II).
1 Información extraída de GONZÁLEZ, M. Manual de alimentación geriátrica. Jaén, octubre 2007. Alcalá Grupo Editorial.[:]