Consejos para cuidadores no profesionales. Evitar la sobrecarga
Cuidar a una persona mayor dependiente es una tarea difícil y cansada. Cuando se cuida a un familiar, se tiende a pensar que el cariño es suficiente para superar todas las dificultades, pero hay entender que es un cambio importante que afecta a todos los ámbitos de la vida (relación de pareja, salud, tiempo libre, economía).
No tomar medidas para organizar y afrontar de la mejor manera posible el cuidado de una persona dependiente puede derivar en una situación que supere la capacidad física y psíquica del cuidador. Este cansancio extremo es lo que se conoce como sobrecarga del cuidador.
Consejos para evitar la sobrecarga:
- Comparte las tareas. Pedir ayuda no es un signo de debilidad. Piensa en qué cosas pueden colaborar otros familiares o si puedes contar con unas horas semanales de asistencia profesional. No intentes hacerlo todo tú. Tu entorno debe entender que necesitas ayuda y momentos de descanso.
- Acepta y valora la ayuda recibida. Recuerda que hay muchas formas válidas de hacer las cosas. Es más fácil lograr colaboración siendo flexible. Déjate ayudar y enseñar por otros familiares o por cuidadores profesionales.
- No fomentes la dependencia. Es importante que la persona mayor mantenga cierta autonomía. Anímala para que haga todo lo que pueda por sí misma y pon límites a sus demandas (incluso aunque se enfade).
- Apóyate en los amigos. Dejar de lado las relaciones sociales por falta de tiempo, es algo frecuente, pero es ahora es cuando más las necesitas. Los amigos te darán un apoyo emocional fundamental y serán los primeros en detectar en ti las señales de sobrecarga.
- Cuídate. Para cuidar a otros, lo primero es estar bien. No llegues a tu límite. Duerme lo suficiente, cuida tu alimentación y haz algo de ejercicio siempre que puedas. Pero sobre todo, cuida tu bienestar emocional: reserva tiempo ti, relájate y busca distracciones. No renuncies a tus aficiones e intereses.
- No olvides al resto de la familia. El cansancio puede hacer que descuides a quienes tienes más cerca. Esto termina generando situaciones de tensión en la pareja o con los hijos. Un buen ambiente familiar es tu mejor aliado. Trata de reservar tiempo para el resto de la familia y no descargar en ellos el cansancio y nerviosismo.
- Escucha las señales de alarma. Cuando cansancio o el desánimo ganen terreno, no intentes seguir adelante a toda costa. El momento de parar y dedicarte un poco de atención es antes de llegar a la sobrecarga.
Si no puedes disponer de ayuda familiar, recuerda que hay distintos tipos de ayuda profesional que pueden ofrecerte el respiro que necesitas.
En el Centro Geriátrico María Gay, en Girona, disponemos de servicios y modalidades de estancia que pueden ayudarte: cuidadores/as profesionales unas horas por semana, estancias temporales en la residencia o un centro de día en el que se puede disfrutar de las instalaciones, servicios y actividades de la residencia todo el año. |